050 | La información no es el conocimiento
Manchester Orchestra es una banda estadounidense de indie rock de Atlanta formada en 2004. El grupo está liderada por el guitarrista, cantautor y compositor Andy Hull,
Manchester Orchestra ha publicado varias obras de teatro extendidas y cinco álbumes de estudio: Están firmados con el sello discográfico independiente Favorite Gentlemen Recordings, que se distribuye a través de Sony Music Entertainment y Loma Vista Recordings.
La banda ha actuado en importantes festivales de música como Lollapalooza, Bonnaroo, Coachella, Riot Fest, Shaky Knees Music Festival, Firefly Music Festival, Reading y Leeds Festivals. ,Austin City Limits Music Festival y más.
Ultimo disco lanzado (2020) Bad Books
Mi disco favorito de Manchester Orchesta (2017)
Struggle: La vida y el arte de Szukalski 2018
Artistas de L. Á. redescubren la obra olvidada del escultor polaco Szukalski, un genio loco con una increíble historia que se desvela capítulo tras capítulo.
“Struggle: la vida y el arte de Szukalski”, un genio olvidado
Producido por Leonardo DiCaprio, este documental original de la plataforma redescubre la vida y obra de un escultor polaco que pudo ser un ícono del arte. Pero no tuvo el reconimiento merecido.
El Miguel Angel del siglo XX y del futuro. El hombre que cambió el arte y que pretendió reescribir la historia de la humanidad a través de su obra. “Era un artista muy parecido a Leonardo da Vinci. Era imposible imitarlo”; “Su cerebro es una de las creaciones más únicas del último siglo”, dicen de él en Struggle: La vida y el arte de Szukalski, producido por Leonardo DiCaprio.
Stanislaw Szukalski (1893-1987) fue un escultor, pintor y dibujante polaco que pudo ser un ícono del arte pero quedó en el olvido. O casi. Porque a través de testimonios de pares, pintores, historiadores e investigadores de arte, este documental original de Netflix busca redescubrir su obra y reconstruir su vida: su niñez en Chicago, el regreso a Polonia hasta la Segunda Guerra Mundial, y sus últimos días en Los Angeles.
En la década del 80, un grupo de autores de cómics y artistas independientes se vinculan con Szukalski al enterarse de que este mito viviente del arte residía a pocos minutos de su barrio. Gran parte del documental está apoyado en filmaciones realizadas por Glenn Bray, un coleccionista de cultura pop que lo rastreó y entabló una relación de amistad.
Otro de los que lo conoció fue George DiCaprio, artista, escritor, distribuidor, y uno de los productores de la película junto a su hijo, Leonardo (el actor de Titanic aparece en una foto a upa del polaco).
De ahí que en los últimos años se dedicó a buscar artefactos de civilizaciones antiguas -una antología de 54 volúmenes con unas 40 mil ilustraciones- para intentar encontrar el primer elemento que fuera común a las distintas culturas. ¿Locura o genialidad? Como todo distinto, quizás algo de las dos.
La información no es el conocimiento
En 2010, el universo digital alcanzó los 800.000 petabytes. Todos los expertos y gurús hablan del dato y de la importancia que va a cobrar en las próximas décadas*. Auguran crecimientos anuales del 25-30% en los sectores relacionados con la ingeniería del mismo, como Business Intelligence o Text Analytics.
¿Cuánto está interpretable en código binario? Posiblemente menos del 5%. Básicamente la información almacenada en Excel-Access, CRM’s y ERP’s. Por lo tanto el resto está ahí fuera, pero no es usable de forma sencilla ni interpretable por los ordenadores. Mucha de ella son opiniones. Otra es referente a la competencia. Ideas y visiones de futuro… Forzando las estadísticas, podríamos decir que el 95% de la información no se usa para tomar decisiones empresariales. Así pues, podríamos concluir que Einstein tenía razón, información no es necesariamente conocimiento.
El gran reto para las empresas es en realidad como separar el grano de la paja de esa ingente colección de información. Qué es útil para las empresas y qué no. Qué está obsoleto y qué está vigente. Y sobre todo, como transformar esa información en conocimiento.
En TI hay un acrónimo que refleja fidedignamente este problema: DIK (data, information, knowledge). Creo que el nivel más básico serían los “datos” en estado puro, empíricos. Un conjunto de datos en un contexto determinado podríamos denominarlo “información”. Esta información sólo se convertirá en “conocimiento” si se sabe cómo transformarla para tomar decisiones.
La mayoría de las empresas en España son PYMES con una capacidad tecnológica, digamos, limitada. Pocas compañías disponen de CRM o ERP. Menos aún de un DW. Seguramente serán mínimas las que aplican tecnologías de data mining para recolectar información, menos aún las que buscan información en “otros almacenes” (como por ejemplo, lo que comentan sus clientes en la red de su última campaña), o las que trabajan con sistemas BI. Me pregunto cuál es el porcentaje de las que tienen analistas de información en plantilla o subcontratados…
Por lo tanto, desde mi punto de vista, dos son las claves para llegar al conocimiento, y aprovecharte del mismo: tecnología para recolectar información de almacenes diversos y analistas para transformar esa información a código binario interpretable.
El conocimiento surge cuando una persona considera, interpreta y utiliza la información de manera combinada con su propia experiencia y capacidad. Deriva de la información, así como la información deriva de los datos.
Las empresas de bases de datos tenemos datos, ¡es nuestro negocio!, además razonablemente actualizados, que es muy importante (y otra de las claves). Y también tenemos o podemos generar “información” (aunque a veces no lo parezca) que puede ayudar a las empresas, junto con la suya (la información, digo), a convertirlo en conocimiento.
”Big Data”, Mckinsey. // “Data everywhere”, The Economist.